Dinero atrae dinero, así que, entre más inviertas, más obtendrás de regreso, pero ¡ojo!, esto aplica para todo, por lo cual pobreza y deudas atraen pobreza y deudas. Además, malgastar se convierte en un hábito cada vez mayor. Por ello, la manera en que manejas el dinero determina tu presente, pero también tu futuro.
En cuanto surgió el crédito, la gente lo utilizó para obtener cosas que no necesita y no puede comprar, pues te acerca a lo que aún no mereces. Generalmente, lo que queremos no llega porque, en lugar de algo bueno, sería una maldición; las situaciones favorables resultan del trabajo y el conocimiento.
Si tus finanzas son un desastre, también lo será tu negocio. Pensamos que, si generamos más, todo mejorará, pero no es así. Si tuvieras un millón de dólares, los tratarías de la misma forma que tu última quincena. No necesitas incrementar tus ingresos, sino aprender a vivir con menos de lo que generas.
Pon un punto final a esto con las siguientes recomendaciones:
- Antes de que acabe 2017, realiza un análisis financiero, para lograr orden en este aspecto. Estudia cuánto entra y, sobre todo, cuánto sale. Existe un costo operativo de vivir; haz la lista de tus gastos y averigua la cifra, a fin de que te apegues a ese presupuesto.
- Analiza qué gastos puedes eliminar o disminuir. Lo que haces con el dinero importa mucho, pues si no tiene un propósito, se desvía. Si monitoreas y cuidas tus recursos, usarás menos, y el universo te recompensará con abundancia. Al sobrarte un poco, transformarás tu situación.
- Elimina deudas con lo que ahorrarás. Tener dinero es cuestión de mentalidad. Debes controlar al dinero, no al revés. No trabajes solo para ser un esclavo del consumismo. Documenta tus egresos, evita desperdiciar, emprende, mejora tu realidad, crece y logra tu independencia económica.
Siempre tememos perder nuestros ingresos, extraviarlos o que los roben, pero los entregamos sin problema. La gente pobre transfiere voluntariamente su dinero a la gente rica, adquiriendo artículos innecesarios. Dichas compras generan placer momentáneo, pero el control de las finanzas te hará sentir bien a largo plazo. Cuando lo tengas claro, pensarás dos veces antes de endeudarte.