Desde que era niño, trabajaba y dedicaba todo mi tiempo libre a pensar en mis proyectos; ya sea en las noches o los fines de semana, aprovechaba para sumergirme en las ideas que llevaría a cabo y me dejarían ganancias.
Estos días, he estado a todo lo que da, pensando en el 2018 y buscando la manera de que el año que comienza sea diferente a los anteriores; mi deseo es que sea mejor, y seguramente, tú tienes este mismo propósito.
Para lograrlo, es necesario reactivar la pasión de crear al inicio de una nueva etapa, pues tristemente, hemos optado por justificar la falta de acción y poner pretextos para seguir inactivos.
Muchas veces, nos sentimos mal al final del año, porque pensamos en las metas que nos planteamos en enero y nos damos cuenta de que no logramos esos propósitos. En lugar de lamentarte por eso, mira el otro lado de la moneda: comienza un año más y, con este, llega la oportunidad de dar vida a tus sueños.
Yo me hice la promesa de que, a los 40 años, crearía mi próxima empresa, porque los éxitos del pasado no pagan los billes del presente. Sabes que, en mis inicios, gané mucho dinero vendiendo cosméticos en un tianguis, y que más tarde, abrí una oficina de preparación de impuestos que se convirtió en toda una cadena, pero eso fue una etapa que ya acabó; debo activarme… y tú también.
Si verdaderamente deseas iniciar el 2018 con las pilas bien puestas y ser un empresario exitoso, aprovecha estos días de reflexión y de búsqueda de soluciones. Decreta que este año te irá mil veces mejor y actúa, para transformar tus anhelos en una realidad.