Aunque muchos no lo entienden, yo doy gracias de haber nacido en la pobreza; de no haber sido así, no me hubiera esforzado tanto por salir adelante. Además, la gente se sorprende porque comencé en el comercio cuando era un niño; la razón es simple: no tenía nada que perder.
Con el paso de los años, he mantenido la mentalidad emprendedora, lanzándome a nuevos retos y buscando siempre superarme. La mayoría se conforma con lo que tiene. Eso es un grave error; el que no se arriesga no gana, y lo que no crece, se estanca.
Es muy importante avanzar, crecer y lograr tus metas. No seas una de esas personas que son su mayor obstáculo y que se convierten en una carga para quienes los rodean.
Para ello, necesitas desarrollar tu talento y mejorar tus habilidades. Todos tenemos dones, los cuales podemos convertir en aspectos sumamente valiosos de nuestra persona, si les dedicamos tiempo y esfuerzo. Solamente debes seguir estos consejos:
- Ver y absorber. Mantén el deseo de seguir aprendiendo siempre. El peor error que cometemos es pensar que lo sabemos todo, porque cerramos nuestra mente a mejorar. Debes estar abierto a adquirir conocimientos y llenar tu cabeza de cuestionamientos; el que no pregunta no avanza.
- Expandir tus círculos sociales. Si quieres seguir obteniendo lo mismo, mantente con las mismas personas, pero eso significa que no vas a avanzar. No te estás nutriendo ni llenando de cosas mejores. Encuentra a quienes puedan aportar elementos interesantes a tu vida.
- Ignorar las críticas. Muchas veces desarrollamos un talento, nos armamos de valor y lo compartimos con el mundo, solo para ver que no es valorizado. Pero no debes darle importancia, ya que esto ocurre porque ellos no tienen la visión de emprendedor. El peor error que podemos cometer es intentar convencer a las personas de nuestros sueños.
- Elevar tu autoestima. Lee materiales, escucha audios y realiza afirmaciones motivacionales. Las palabras que te repites todos los días son las que más impacto tendrán en tu vida.
Y recuerda que todos los días debes evitar caer en la trampa de la rutina. Hacer las mismas cosas te seguirá dando el resultado de siempre.